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Afiliaciones o intereses

El proyecto de Monitereo de Propiedad de Medios (MOM en inglés) nació para conocer quiénes son los verdaderos propietarios de los medios de comunicación más importantes del país, qué afiliaciones políticas o económicas motivan sus decisiones empresariales y en qué otros sectores económicos mantienen inversiones.

El poder detrás de los medios de comunicación peruanos corresponde en su mayoría a familias: de los diez grupos mediáticos estudiados en el MOM Perú, seis tienen entre sus principales propietarios a hermanos, primos, padres e hijos, herederos de un patrimonio familiar de origen reciente (como en el caso de los Capuñay en Corporación Universal) o que se mantiene por muchas generaciones (como en el caso de los Miró Quesada en el Grupo El Comercio).

Sus intereses económicos no se han diversificado. Más allá de las actividades personales de los propietarios, los grupos mediáticos mantienen inversiones casi de manera exclusiva en el sector de las comunicaciones. La excepción a la regla es el Grupo El Comercio, que es el más fuerte y diversificado de todos, con presencia en los sectores educación, inmobiliario y de entretenimiento, además de inversiones en Chile, Colombia y Bolivia. Este panorama está cambiando de a pocos y con el recambio generacional de sus propietarios se intensificará.

¿Qué define el contenido?

En Lima se concentra la mayor producción mediática de alcance nacional. Los 40 medios investigados para el proyecto MOM Perú fueron seleccionados por sus altos niveles de audiencia, así como por su importancia y su alto nivel de ingresos. De este total, solamente hay 17 que cumplen con un rol de información y análisis profundo de la noticia. Los 23 restantes tienen como propósito fundamental el entretenimiento de su público. Esta diferencia resulta más marcada al hablar de la radio y la televisión, donde solo una emisora (RPP Noticias) y dos canales (RPP TV, Canal N) son 100% informativos.

Los medios regionales –salvo contadas excepciones- no siguen una línea editorial en particular. Acceder a un espacio radial o televisivo del interior del país es sumamente fácil. Quien cuente con el monto solicitado por la administración del medio, que oscila entre S/ 500 y S/1000 soles mensuales por un bloque de una hora en el caso de la radio, y entre S/2500 y S/3000 soles en el caso de la televisión, podrá hacerlo. El aportante o “concesionario” usa el espacio radial o televisivo que alquiló como tribuna para dar a conocer su punto de vista sobre el acontecer político o social de su región. Al ser polémicos, los concesionarios se vuelven populares y muchas veces han postulado a alcaldías locales con relativo éxito. 

 Política y medios

A diferencia de los hallazgos registrados en otros países donde se ha implementado el proyecto (como en los casos de MOM Turquía o MOM Túnez, por poner un par de ejemplos), en el Perú no hay una agrupación política o un político (en carrera o en retiro) que esté detrás de la propiedad de un medio de comunicación de alcance nacional. A nivel regional, el único caso representativo es el de UCV Satelital, cadena de televisión cuyo propietario es César Acuña Peralta, empresario y político, fundador de la Universidad César Vallejo, ex alcalde de Trujillo, ex congresista de la república y ex candidato presidencial en los comicios del 2016.

No obstante, la influencia de los actores políticos se deja sentir en los medios de dos maneras claras: el tratamiento de la información y la pauta publicitaria. Sobre el primer punto diremos que la afinidad que un medio mantenga con el funcionario o la autoridad política de turno marcará el tono de su relación. Si se encuentran en orillas opuestas, el medio será incisivo, crítico y severo cuando hable de su gestión. Si comparten intereses, el medio será más amable, alabará lo positivo y lo defenderá de las críticas. Y en respuesta, la autoridad lo premiará con acceso a información, le dará una “entrevista exclusiva” o aumentará su pauta publicitaria.

Precisamente, sobre este segundo tema podemos decir que, si bien las entidades del gobierno central, regional o local están obligadas a justificar los criterios de selección de los medios de comunicación que contratarán para hacer publicidad estatal, en ocasiones esto no se cumple y se  le otorga una pauta más grande a aquel medio afín a la gestión mientras que se ignora al que la cuestiona o critica.

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